martes, 21 de octubre de 2008

Verde que te quiero verde… pero verde de envidia

Últimamente el ambiente se esta tornado un poco pesado y analizando mi alrededor he notado que la gente tiene su corazón armado de rabias pasadas y envidias, hasta yo que soy solo amor para el mundo me he puesto a pelear (amigo de disputa de concierto de Calamaro yo se que nunca leerás esto, pero de todo corazón te pido una disculpa por mi agresión hacia ti) en fin lo que mas predomina es la envidia, esa pequeña sensación que a muchos no los deja dormir, esas ganas de ver al otro caer, ese ardorcito anal que no los deja progresar.

Muy amablemente yuyi yuyito a escrito algo para este blog haber si así resucita. Desde lo mas atravezado del corazon de una mujer: Verde que te quiero verde… pero verde de envidia
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Verde que te quiero verde… pero verde de envidia

Y bueno como acá pensamos en todos; para ustedes un tema de interés:

¿Conocen la fábula del sapo y la luciérnaga?
Una noche, una luciérnaga revoloteaba en un huerto, donde un envidioso sapo le lanzó un escupitajo venenoso. La luciérnaga cayó, pero antes de morir le preguntó: ¿Por qué lo hiciste? Porque brillas”, contestó el gran hijuexxxxx sapo.

La envidia: definida como la tristeza ante el bien ajeno; (ese no poder soportar que al otro le vaya bien, ambicionar sus goces y posesiones), es también desear que el otro no disfrute de lo que tiene.

Dicen también las lenguas, que la envidia es tan antigua como el hombre y uno de los más perturbantes defectos de la humanidad, mas que todo cuando se torna destructiva.

Para algunos, la envidia forma parte de los instintos naturales, como el amor, los celos o la agresividad, en cambio para otros es un fenómeno que se adquiere en el contexto social “viene a ser la cara oculta de la competitividad” Una cara bien fea diría yo.

Para procurar la caída de su rival, los envidiosos difaman, insultan, calumnian, acusan, y lo que es peor, al quedar sin argumentos, convierten la mentira en verdad y la verdad en BASURA. Tienen un común denominador: Suelen ejercitar el gusto por encontrar defectos en quienes los superan en algo.

La envidia es un arma miserable que puede ocasionar mucho daño cuando es mal utilizada.

Y como leyendo es que uno se instruye, por ahí me encontré una bonita frase del inmortal ciclista Paisa Martín Cochise’ Rodríguez, que quisiera compartir con ustedes para terminar esta bonita y sustanciosa reflexión “En Colombia muere más gente de envidia que de cáncer”.

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